La Asociación Regional de Zonas Industriales de Castilla-La Mancha, ZINCAMAN, ha clausurado recientemente el proyecto RUZI (Regeneración Urbana de Zonas Industriales) con un acto institucional celebrado en Tarazona de la Mancha. Se trata de una iniciativa que ha combinado formación y empleo real para jóvenes, con un impacto directo en la mejora y mantenimiento de distintos polígonos industriales de la región.
El proyecto RUZI se ha desarrollado durante 12 meses en el marco del programa TandEM “Transición y Empoderamiento para el Empleo”, impulsado por el SEPE y financiado con fondos europeos NextGenerationEU.
Formación orientada a las necesidades reales del tejido productivo
Un total de 48 jóvenes menores de 30 años han participado en el programa, alternando formación teórica con trabajo práctico en zonas industriales de municipios como Albacete, Tarancón, Motilla del Palancar, Illescas o Herencia, esta última en la provincia de Ciudad Real.
Durante el desarrollo del proyecto, los participantes han obtenido el Certificado de Profesionalidad en Instalación y Mantenimiento de Jardines y Zonas Verdes, así como el carnet de Aplicador de Productos Fitosanitarios de nivel cualificado, mejorando de forma notable sus posibilidades de inserción laboral.
Un doble impacto: empleo juvenil y polígonos más competitivos
Uno de los principales valores del proyecto RUZI ha sido su enfoque práctico. Por un lado, ha permitido a los jóvenes adquirir experiencia laboral real en un entorno profesional. Por otro, ha contribuido a la mejora, mantenimiento y puesta en valor de las zonas industriales, un aspecto clave para la competitividad empresarial y la atracción de nuevas inversiones.
Este tipo de actuaciones refuerzan la idea de que los polígonos industriales no solo son espacios productivos, sino también entornos que deben cuidarse y adaptarse a criterios de sostenibilidad, imagen y funcionalidad.
Resultados positivos y continuidad formativa
Los datos finales del proyecto reflejan una alta implicación por parte de los participantes. De los 48 jóvenes que iniciaron el programa, solo cinco lo abandonaron por motivos personales. Además, se organizaron encuentros con empresas y acciones orientadas a la empleabilidad, facilitando contactos profesionales y oportunidades laborales.
Varios participantes han manifestado su intención de seguir formándose en este ámbito, lo que refuerza el valor del proyecto como puerta de entrada al mercado laboral.
Un modelo de interés para asociaciones empresariales
Desde AEMPOMAN, iniciativas como el proyecto RUZI resultan especialmente relevantes, ya que demuestran cómo la colaboración entre administraciones, asociaciones y tejido empresarial puede generar beneficios tanto sociales como económicos. Apostar por la formación práctica, vinculada a necesidades reales de las zonas industriales, es una vía eficaz para fortalecer el presente y el futuro del entorno empresarial local.
Este tipo de programas pueden servir como referencia para futuras actuaciones que impulsen el empleo juvenil y la mejora continua de los polígonos industriales en nuestra comarca.
𝘜𝘯𝘪𝘥𝘰𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘭𝘰𝘨𝘳𝘢𝘳 𝘳𝘦𝘴𝘶𝘭𝘵𝘢𝘥𝘰𝘴
